Desde pequeño que me pareció interesante sacar fotos, en ese tiempo, con una cámara 35mm Yashica, sólo veía que mi madre era entusiasta de este arte.
Ya de adulto, comencé a tener ingresos e ir comprando mi primera cámara de bolsillo, sin saber nada de técnica sólo el instinto de retratar personas, capturar momentos y registrar lugares.
En 2015, producto de cesantía y con una cámara un poco más profesional, empecé a tomar fotos en un «estudio» de 1×1. Ahí vi que la mezcla de pasión y trabajo, se estaba dando.
Comencé a estudiar de manera autodidacta hasta que decidí profesionalizar esto, tomando un Diplomado en Fotografía Digital, clases de fotografía de arquitectura y curso de iluminación avanzada.
Fotógrafo independiente desde 2018.